Baccarat digital

El objetivo del baccarat es muy simple y es el mismo en cualquier versión que se juegue. Hay que sumar 9 puntos o llegar lo más cerca que se pueda a este número sin pasarse. De este modo, se podrá ganar a la banca o casa. Al iniciar el juego, cada participante selecciona su apuesta.

Hay tres posibilidades: apuesta al punto, apuesta a la banca o apuesta al empate. Hecho esto, el crupier reparte los naipes entre los jugadores (en este caso, es un software el que hace esta función porque estamos hablando del baccarat digital). Las cartas se reparten de una en una.

Para comenzar la mano, se reparten dos cartas al jugador y otras dos a la banca en la mayoría de versiones de baccarat. Una vez finalizada la partida, se comprueban los resultados y se pagan las apuestas.

Siempre es bueno que sepás que no hay una estrategia perfecta, ni para el baccarat ni para ningún otro juego de azar. No obstante, hay algunos sistemas que pueden ayudarte a mantenerte en el juego y sacar el máximo provecho. Por lo general, en el baccarat se pueden aplicar las estrategias de otros juegos de carta.

Entre los más comunes destacan el sistema D’Alembert y el Labouchere. También están el Parlay y el Paroli, estos últimos basados en rachas positivas. Sin embargo, lo que más ayudará al jugador es el conocimiento que tenga del juego.

Así que, siempre recomendamos que antes de jugar con dinero real te familiarices con la versión del juego de tu preferencia. Para ello, podés practicar en los simuladores que ofrecen muchos casinos online y los proveedores de software en sus webs.

Las probabilidades de ganar en baccarat digital son muy buenas. Esto lo sabemos por el RTP de la mayoría de las versiones de este juego. Dichas iniciales se refieren al retorno teórico al jugador, en su traducción del inglés. En otras palabras, es el dinero que regresa el juego al jugador.

Por ejemplo, la versión de Pragmatic Play tiene un RTP de 98,76 %. Esto quiere decir que esta versión del juego devuelve al jugador casi 98,8 % del dinero apostado. ¡Y eso no está nada mal! No obstante, esta cifra puede variar mucho porque depende de las habilidades del apostador.

Por eso se dice que es un indicador teórico. Por lo general, este tipo de juegos son de volatilidad media. Esto es así porque no se caracterizan por grandes premios, aunque sí ofrecen la oportunidad de ganar muy a menudo.

En este juego hay algunas palabras y términos que debés conocer bien antes de jugar. A continuación te los explicamos para que te familiarices con ellos y tu experiencia de juego sea mucho más agradable. Sabot o shoe: Caja donde se acomodan las cartas que luego se repartirán a los jugadores.

Las cartas se entregan una a una. Banker/Player: El jugador apuesta a que uno de los dos (banca o jugador), conseguirá o se acercará más a 9. Banker/Player Pair: Se apuesta a que bien la banca o bien el jugador, obtendrá un Par de cualquier tipo.

Tie: Es cuando se apuesta a que ambas partes obtendrán el mismo punto. Esta es una de las apuestas menos recomendadas por los expertos. La descalifican por tener pocas probabilidades y mucho riesgo. Either Pair: Cuando se apuesta a que los primeros dos naipes de la mano serán del mismo valor.

Es importante que sepás algunas cosas antes de jugar. Una de ellas es cuánto vale cada carta. De esta manera, podrás saber qué puntuación tiene tu mano y tomar las decisiones pertinentes. Las cartas del 2 al 9 tienen el mismo valor de su número. Es decir, los 2 valen 2, los 3 valen 3 y así sucesivamente.

Mientras, las figuras valen 0, excepto los Ases que valen un punto. La otra cosa a tener en consideración es que cuando la suma de los naipes da 2 dígitos, debe eliminarse el primero de estos. Así, el segundo dígito representa el puntaje real.

También te conviene saber que cuando igualan los puntos de la banca y los apostadores, los que han apostado por ellos ganan el monto fijado. Por último, aunque es un juego de dos cartas, se puede pedir una tercera. Esto sucede cuando la mano del jugador es de 5 puntos o menos.

Al mantener el baccarat digital las mismas reglas de su juego de origen, también conserva la emoción de este tradicional juego. Pero lo mejor es que ahora, gracias a sus numerosas versiones ha dejado de ser un juego de élites. Y es que hoy día cualquiera puede jugar al baccarat, incluso en la sala de su casa.

A esta novedad se suma que ahora el jugador puede iniciar el juego en el momento que mejor le parezca. Así, esta versión marca una importante diferencia entre las versiones clásica y el baccarat en vivo. Y esto transmite una sensación de poder que gusta mucho a los jugadores.

Si estás buscando un juego divertido y fácil de aprender, pero que además podás jugar en cualquier parte, el baccarat digital es lo tuyo. Y no te preocupés que ya no es necesario vestir de esmoquin para disfrutar de este juego. Aunque de seguro te sentirás como una persona muy especial.